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Te pido perdón Milagro II

Ay, Ay Milagro! ¿¿Qué mal has hecho?? ¡¡Cuánto odio crece en tus enemigos!!

El mal que has hecho:

  • Procurar que los tuyos recuperen la dignidad que les arrebataron los patrones, aunque aún de modo incluso…
  • Plasmar en obras esa dignidad perdida, es decir, reconquistar los derechos básicos: casa, comida, salud, educación para esos pobrecitos como el de Asís…
  • Eximir a esos niños del sufrimiento de tu niñez, de tu niñez Milagro, que te faltó casi todo
  • Gritar la desigualdad y pretender poner los cimientos de una sociedad más justa
  • Hechos, tus hechos, son los que hoy te vuelven a encarcelar
  • Abrir los ojos de tus hermanos y pregonar justicia de la buena, justicia popular…

 

¿Por qué tus enemigos te odian tanto, tanto?

  • Porque no soportan que ésa, tu gente, pretenda vivir por encima de la pobreza extrema donde siempre los pisotearon
  • Porque vos, negra, india, mujer, no te permitís agachar la cabeza
  • Porque sigues reclamando justicia para los otros, otros tuyos, cuando te levantabas y le preguntabas a tus carceleros: ¿dónde está Santiago Maldonado?
  • Porque no te pueden ver sumisa, pedigüeña por tu libertad, calladita…
  • Porque ni siquiera soportan ver tu rostro
  • Porque son patrones o lacayos de los verdaderos Patrones
  • Porque tu mirada firme y clara los intimida
  • Porque los intimida tu fuerza interior, tan pequeña de cuerpo, tan grande en realizaciones
  • Porque el Mal los anida…

 

Compañeros, recemos por Milagro, para que no se enferme, para que se sostenga en su lucha que es la nuestra. Si no sabemos rezar, no importa; pidamos fuerte, fuerte: ¡¡no aflojes, Milagro!!

 

Cristina Campagna