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Negar negando, olvidar olvidando…

Ideas. Pensemos juntos el futuro. Hasta aquí el dato duro publicado el domingo 25 de setiembre de 2017 en Página 12.

Relatado por algunos de sus participantes, las reflexiones y conferencias giraron a partir de frases como las siguientes:

La memoria genera acciones de horror
Los investigadores extranjeros (que por ser extranjeros del Norte jerarquizan sus discursos racionales y objetivos) emprendieron en contra de la memoria colectiva como poco fiable: no se recuerda todo… comparándola con la memoria individual, pues con el paso del tiempo lo vivido se convierte en ilusión…

Me pregunto:
¿¿Y nuestros desaparecidos y los nietos que aún tienen su identidad robada?? ¿¿¿Son ilusiones de nuestra memoria colectiva???
Para quienes no recuerdan… nosotros les decimos ¡¡Presente!! ¡¡Son 30.000!! y a los nietos apropiados les decimos: ¡¡¡Los estamos buscando!!!

Me pregunto:
¿Qué piensa hoy la colectividad armenia del olvido del genocidio de 1915 de sus antepasados, del negacionismo de los turcos y de las grandes potencias?

¿Qué piensa hoy la colectividad judía, cuando escucha o lee los discursos neonazis del negacionismo que ponen en duda el holocausto?

¿Qué piensan otros pueblos que han sufrido matanzas sostenidas en pos de una justicia que no llega a sus muertos?

¿¿¿Hay paz en el olvido??? ¿¿¿A estos pueblos, no les duele aún en sus entrañas???

La democracia es la dictadura de las mayorías
Esta frase se sostiene con represión y disfrazando los reclamos de inclusión e igualdad con discursos que devalúan las luchas de los vulnerables: son pobres porque quieren… a mí nadie me dio nada… no merecen… son vagos… se creen que pueden, con sus sueldos, tener una vida como nosotros… etcétera.

En esa dictadura, a esa mayoría se les vende constantemente el descrédito, o bien se les pega para que entiendan, ya que son malos, sucios y feos…

Hay que aceptar cierto grado de impunidad en pos de la paz
No hay Paz sin Justicia… la construcción de la paz necesita del reconocimiento del otro como otro, con la misma dignidad, por tanto ello requiere de la solidaridad de todos para que esa dignidad del otro sea reconocida y valorada.

¿De qué impunidad se habló?

¿De la impunidad del trabajo esclavo?

¿De la impunidad de sueldos que no cubren las necesidades básicas?

¿De la impunidad y el escándalo de los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres?

¿De la impunidad de las desapariciones de los que buscan justicia?

¿De la impunidad de los violentos que matan a sus mujeres?

¿De la impunidad los abusadores que castigan de por vida a sus víctimas?

¿De la impunidad de los indiferentes que miran para otro lado?

¿De la impunidad de la impunidad?

Es cierto, son más preguntas que respuestas… aunque las preguntas duelen más que las posibles respuestas…

Y para terminar: ¿Dónde está Santiago Maldonado?

Cristina Campagna